lunes, 1 de junio de 2009

NO ME DEJES TODAVÍA


Mándame querida mía, besos por el aire, que yo los recogeré al otro lado del abismo.
Deja que sienta el aliento de tu noche junto a la mía y el calor de las sabanas en nuestros cuerpos.
Avísame cada vez que pases por detrás de mi espalda y acaríciame, como tu sabes hacerlo.
Enséñamé tus ojos a lo lejos, encerrando mis sueños en tus pupilas, defendiendo mis miedos y mis heridas.
Acompáñame por la oscuridad de los pliegues de tu cintura, encendiendo mi alma como una hoguera.
Cierra tus brazos en mi cuello, aprieta hasta casi ahogarme, pero no me dejes sólo en esta noche.
Dejame un día más, disfrutar de tus olores a jazmín del atardecer y así, poder perderme una vez más dentro de ti.
No me dejes todavía, espera al menos que comience a florecer el alba de nuestros sueños.

LO IMBORRABLE

LO IMBORRABLE
Nada hay pequeño