viernes, 2 de octubre de 2009

SOMOS FRÁGILES


Mal me place deciros, que mi existencia es etérea, que todo se desvanece y estoy cruzando el umbral de mi último paso. Tal vez seamos materia, tal vez estemos hechos de luz y sombras, puede ser que mantengamos en nuestro interior la velada atmósfera de nuestros alientos, de los alientos de la gente que convive con nosotros o simplemente seamos solo, una quimera efímera y dispuesta a desaparecer, pero lo que si es cierto, es que somos nosotros y nuestras circunstancias.
Somos frágiles.
Somos lo que queremos ser.
Somos nuestro propio miedo.
Somos solamente nosotros y nuestras circunstancias.

SOLEDAD PROFUNDA


Hoy he podido sentir el viento cuando cruzaba el silencio, he probado su suculento malestar y me he sentido humillado por su deplorable actitud.
Cuándo nos sentimos ensimismados en nuestro deambular, nos encontramos ante la gente, desnudos, sin coraza, sin sentimientos que mostrar, es un sentimiento de abandono, de inseguridad, que te estremece hasta el último músculo del cuerpo.
Podemos seguir ignorando lo ignorable, pero nunca volveremos a encontrar el camino de vuelta a nuestro devenir por los sueños oníricos, seguiremos sólos, no veremos el final, sentiremos el frío de la soledad profunda e imaginaria, todo se nos volverá triste, gris y nunca, se nos mostrará la luz que nos de la paz.
Tenemos que buscar a través de los sueños, la cura realidad y trasladarla, al país de nuestro interior. Somos, únicamente, lo que nos merecemos.

LO IMBORRABLE

LO IMBORRABLE
Nada hay pequeño