Mal me place deciros, que mi existencia es etérea, que todo se desvanece y estoy cruzando el umbral de mi último paso. Tal vez seamos materia, tal vez estemos hechos de luz y sombras, puede ser que mantengamos en nuestro interior la velada atmósfera de nuestros alientos, de los alientos de la gente que convive con nosotros o simplemente seamos solo, una quimera efímera y dispuesta a desaparecer, pero lo que si es cierto, es que somos nosotros y nuestras circunstancias.
Somos frágiles.
Somos lo que queremos ser.
Somos nuestro propio miedo.
Somos solamente nosotros y nuestras circunstancias.