Hoy, cuándo todo se pierde entre mis dedos, me encuentro entre la desesperación de pensar o seguir callado, el dilema se acrecienta cuándo mis manos agarran la pluma y dejan al desnudo mis pensamientos, los reales, los imaginados, los sucios y los limpios, esos pensamientos que vuelan a veces como nubes en un cielo claro y otros, desgarradores en una noche de tormentas tumultuosas, que hacen que corra despavorido hasta esconderme debajo de la cama.
Pensamientos, sentimientos que corren por mente sin orden y concierto, esos que van más rápidos que mi escritura, los que antes de llegar a las puntas de mis dedos, se han desvanecido y no vuelven a recordarse, aquellos de mi niñez, de olor a arroz con leche de color blanco.
Todos esos pensamientos son los que me mueven en mi existir. Todos son parte de mi, de mis recuerdos y ahora y siempre tuyos.
