lunes, 22 de diciembre de 2008

DICES QUE NUNCA DICES NADA
Dices mientras te escondes, que la oscuridad se cierne sobre tu esquela, y que mientras te arrullas en tus miedos, yo corro despacio por tus ventanas.
Dices que solo es miedo, que lo que tienes es dolor en las entrañas, que por no pasar, ni pasa la angustia.
Dices que todo se desvanece mientras los demás duermen y que todo se pierde en el olvido.
Dices, que no dices nada, que por decir, sólo dices,,,, que nunca dices nada.
Pepe Labad
FELIZ NAVIDAD

Querido amigo. hermano, compañero de luchas infinitas, amor de las causas desesperadas, está es mi felicitación de Navidad para ti y solo para ti, del que te quiere y te acompaña en tus viaje con Oniria, del que siempre estará en los primeros puestos de tu amistad y nunca dejará de poner en un viejo tocadiscos, la canción que más te gusta.

Aunque tengas mucho trabajo, siempre hay que sacar un segundo para las personas que quieres, tal vez mañana te arrepientas, de no ver cosas tan simples como pasar una vez más a tu lado, una sonrisa.
Vive la vida, el resto solo es pasajero.
Ten siempre una sonrisa amiga a tu lado a la que poder agarrarte.
Piensa que el trabajo, sólo es una herramienta para hacer más feliz a los que quieres. No el fin de la felicidad de tus seres queridos.
Recuerda, que los amigos y la familia siempre están a tu lado, pero puede ser, que no los tengas en los primeros puestos del Hit Parade y ellos a ti si, y un día al levantarte, no suene la canción que tanto te gustaba.
Escucha esas pequeñas voces que reclaman tu atención, son débiles, pero mañana puede que no las vuelvas a escuchar.
Siente sus miradas clavadas en tus ojos, te están pidiendo que les quieras, que estés con ellos, que te confundas en sus corazones, como ellos lo hacen con el tuyo.


En fin, Hermano, deja tiempo para nosotros y olvida unos segundos lo prescindible.

domingo, 21 de diciembre de 2008








QUISIERA CONOCERTE

Yo quisiera conocerte, para ahuyentar los miedos de mi ventana y al clarear la madrugada, tenerte en mis brazos como todas las noche.
Tal vez solo sea mi esperanza, de tenerte, y conocerte al despertar, tal vez, (como tu bien piensas), solo se lo que vuela en mí interior, lo que crece en mi desgarrada vida, lo que siembro y no recojo. Puede ser que de verdad, quisiera conocerte.
Ayer, volví a levantarme en un charco de dudas, me traspasaba las venas de mi sentir, y tú..., tranquila, sin sentir, sin miedos para recordar, y volví a pensar ¿yo quisiera conocerte?.
La mañana ha desaparecido y con ella, también la tarde, vuelve a llegar la noche, y yo quisiera conocerte.
Pepe Labad
Noviembre 2008

LO IMBORRABLE

LO IMBORRABLE
Nada hay pequeño