Nadie puede ser más dichoso que yo: ¡TENGO MUCHOS Y GRANDES AMIGOS! y ayer, una vez más, me lo demostrasteis en la presentación de mi libro "Besos en los cristales" que como bien dijo mi buen amigo Perfe: "Es un libro escrito por todos". Bello y sublime halago, como muchos otros, que recibí en la tarde de ayer. Elogios que no merezco y que me hacían sonrojar al oírlos. Es una modesta publicación, eso sí, hecha con todo mi cariño.
Tuve momentos muy felices, viendo:
- A mi familia acompañarme y quererme como cada día lo hacen.
- A mis hermanos de la asociación montar y desmontar todo, con el cariño y la profesionalidad que tienen. Lo hicieron francamente mejor que cuándo estoy con ellos, así que, no volveré a mover ni un dedo. ¡Os tengo que querer por fuerza!
- A mis primos, a los tíos y primos de mi mujer, a mis sobrinos/as, a mi suegra, a mis consuegros, a mis cuñadas, a mi hermano, mientras recordaba mis tardes de niño en el Retiro o los recuerdos de las personas que ya no están con nosotros, pero que en aquel mágico instante, los sentí muy junto a mí.
- A las compañeras de Panda y a los compañeros/as y amigos de Acieroid y especialmente a Edu y Eva, que vinieron desde Barcelona solamente a la presentación. ¡Qué alegría me dieron! ¡Qué sorpresa más enorme!
- A los amigos de la Parroquia de San Bartomé que llenaron de alegría la sala.
- Al personal de la Junta Municipal de Usera, por todas las facilidades que me dieron, para que todo saliera tan bien como salió.
- A los miembros de la mesa que me acompañaron haciéndome sentir unas emociones maravillosas y me arrancaron lágrimas y risas, pero no solo a mi, si no también al respetable público, que gozo tuve con la audición que me regaló mi gran amiga Ángeles Afuera, mientras que Carlos González, desde atrás, hacía diabluras para que nuestro obsoleto equipo funcionara. ¡Qué derroche de ingenio!, pero lo que nunca perdonaré a Ángeles, es que le quitaran el libro, esos políticos. ¡Fue genial!
- A los amigos del Rincón del Arte “Haiku-San” con esos bellos haikus que me recitaron e hicieron en secreto con el corazón. Fue un momento mágico.
- A todos esos amigos que uno a uno y con paciencia, esperaban una firma mía, con una dedicatoria diferente, personalizada y escrita con todo mi amor. Más de una hora de cola interminable. ¡Qué paciencia! ¡Qué gran amistad!
- A los que no pudieron venir y me escribieron o llamaron con el cariño que lo hicieron (Pero eso no quita de que compren el libro, jajaja). Seguro que en la próxima que haré, aunque más modesta, seguro que vendrán.
A todos, por si no puedo daros las gracias personalmente uno a uno, os mando un GRACIAS muy grande, acompañado de un ABRAZO, aún mayor. ¡OS QUIERO!
Siempre
Pepe Labad
