viernes, 7 de agosto de 2009

LAS LLAGAS DE NUESTRA LENGUA


Mírame a los ojos mientras me hablas, no digas cosas que quiera que interprete sin saber su significado, no dudes de mi palabra y de mis actos, no escondas palabras en tus frases, abre el corazón y desearas ser feliz, no muestres una sonrisa irónica, sal de tu sombra y mézclate con la luz del día y cuándo entiendas todas estás cosas, comprenderás lo que es el diálogo y podremos hablar, sin sentir las llagas de nuestras lenguas y si no puedes, vuelve a tu cueva y enciérrate en ella. No salgas y húndete en la oscuridad de tu alma, si es que alguna vez la tuvistes.
Y mientras tanto, mantente alejado de los hombres, aprende en tú soledad, que la dicha del diálogo, sólo se encuentra en la comprensión del otro yo que tienes junto a ti.

No hay comentarios:

LO IMBORRABLE

LO IMBORRABLE
Nada hay pequeño